jueves, 15 de mayo de 2014

De banalidades y triscuits

Típico entusiasta de los triscuits

Algo raro sobre el cáncer, o sobre haber pasado por cualquier cosa que apeste: no pasas todo tu tiempo enloqueciendo por ello. Podrías pensar que como una persona de 28 con cancer, pasarías todo tu tiempo así:


Pero no. Sigues adelante. Vas a la escuela y al trabajo, la tienda, el bar. Y si, te obsesionas con mierda y lees demasiado en internet y así, pero te adaptas a la nueva realidad sorprendentemente rápido. Tan rápido que tu nueva situación se vuelve aburrida muy rápido.

Es aburrida porque no puedes pensar en otra cosa -- pero no como que pienses en morir todo el tiempo, mas bien como que piensas en detalles específicos muy estúpidos, como la cuenta de tus blóbulos rojos o la cantidad de te jengibre en la alacena o dónde está tu sombrero de emergencia por caída de cabello.
O el hecho de que por tus nuevas cositas del gusto, el único bocadille que te gusta son los triscuits.

Triscuits: el más condenado aburrido bocadillo de todos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario